Bien pues ahora tengo una cámara y por lo mismo parece que debo tomar fotos. Lo hice, fui al centro y saqué fotos, algunas malas porque todavía me hace fal
ta encontrarle el modo a la cámara.
Me gusta la calle de Madero ahora que es peatonal, la gente puede pasear sin ningún tipo de preocupación, o al menos así me pasa a mí. Tan es así, que se me olvida que las calles transversales No son peatonales y al menos en dos ocasiones he estado a punto de cruzarlas sin mirar por si viene coche. No pienso responsabilizar al gobierno del DF por mis accidentes.
(nada como ver a un poli, o como ellos prefieren "oficial", en absoluta vigilia)
Gante es otra de mis calles favoritas, siempre termino en un lugar que se llama "la taberna del Lobos Estepario" y en realidad no es una taberna sino un restaurante, y en cuanto a lo del Lobo estepario, en realidad no hay nada que indique por qué se llama así, pero en otros tiempos debo decir que vendían la edición de editorial Tomo del clásico de Hesse.
Hace tiempo estaba yo con una amiga tomando algún algo cuando se nos acercó un vagabundo y me dio una flor artificial, me pidió dinero por ella y me dijo que me parecía a Rigo Tovar. Luego le dijo a mi amiga que me diera un besito, etc. También ahí se fundó el promisorio partido anarcohalconista. En esa sesión se llegaron a varios acuerdos como el saludo oficial entre miembros (algo así como un sonido de pato furioso mientras ponen los brazos como si fueran alas dobladas) y se discutió la política económica, es decir trueque de roedores. Ea taberna tiene varios recuerdos.
En Gante también hay un Starbucks. En ese café estuve una vez después de ir a una marcha de Lopez Obrador, por más contradictorio que eso pueda ser, pero la anécdota interesante en realidad es cuando fui con una chica con la que no sabía muy bien que hacer. Después de pasar un rato con ella en esa cafetería, me convencí de que quería que fuera mi novia. Como todos saben, no fue así.
En esa misma cuadra hay un templo (¿metodista?). Hubo una vez que entramos al servicio uno de mis amigos y yo. El dicho amigo se escandalizaba (falsamente) ante las diferencias entre la misa católica y el servicio protestante. Lo que lo impresionó de buena manera es que todo mundo iba muy elegante. Entramos cuando le decían a una quinceañera (con un discreto vestido morado chillante) que debía vivir la vida según la voluntad de Dios.
Uno puede seguir sobre Madero, que sigue siendo peatonal y alzar la vista y ver la Torre Latino
Cuando uno puede hacer esto sabe que se está acercando a Eje Central y por lo mismo al Palacio de Bellas Artes, pero no nos adelantemos. La Torre Latino, famosa por grandota y porque en el temblor de 85 sólo se le rompieron 2 ventanas, no es un lugar tan interesante como uno pudiera pensar, no no, lo estoy diciendo mal, más bien no es un lugar agradable.
La visita común es ir al mirador para ver todo el centro y algunas partes de la ciudad si es que la contaminación lo permite. La cafetería que está en el piso de abajo y que sigue siendo del mirador es excesivamente cara me resulta poco recomendable.
Lo desagradable, sin embargo, no es lo que acabo de exponer. Una vez fui a pedir un trabajo al piso 22 y vaya, era un trabajo prometedor, $2500 a la semana por 4 horas diarias y por 6 horas eran $3000, es decir $12 000 al mes y además algunos extras por cualquier excusa (buen comportamiento por ejemplo). Desde luego que el trabajo era falso, en realidad se trataba de vender perfumes, había que vender diez y para que a cada quien le dieran sus botellas de perfumes había que dar 60 pesos por cada una. En pocas palabras se trataba de ir a dar $600 pesos. Era triste era ver a otros sesenta fulanos (no estoy exagerando) reunidos en la mañana como yo, para obtener informes del famoso trabajo. Había un chico al lado mío que venía de Guatemala. Me contó que estaba rentando un cuarto en la Neza con otros tres compatriotas suyos, que ahorita sus papás les mandaban dinero para la renta y la comida, pero con este trabajo ya iban a poder hacer lo que se supone debían hacer; mandar dinero a casa y no al revés. No sé que fue de él, pero no quiero imaginar qué sintió él cuando se dio cuenta de que nos estaban engañando.
Finalmente se acaba Madero y uno cruza Eje Central, el Palacio de Bellas artes está ahí. ¿No se han dado cuenta de que las jardineras que están enfrente están llenas de gente que está esperando? Así es, esa pequeña explanada está hecha para esperar
ahí están, gente que va llegando para esperar, gente que está sentada y esperando. Él espera a alguien
y quizá no se da cuenta de que alguien más, ahora todo nosotros, lo está viendo. Ellos esperan, pero esperar acompañado siempre es mucho mejor
quizá el sujeto de la derecha que aparece en segundo plano envidie a los de enfrente porque están acompañados. Él en cambio parece bastante resignado, probablemente lo dejaron plantado y sólo sigue ahí para probarse a sí mismo su ilimitada paciencia
Él ya aprendió a no perder la vida mientras espera, es un desperdicio, pero no puede leer a gusto porque de pronto se siente tentado y voltea a ver si ve llegar a alguien, no hay nadie y frustrado se vuelve a sumergir en la lectura, probablemente ni está entendiendo nada
Ellos dos ya se encontraron
probablemente ella le dice "¿por qué no contestaste mi mensaje?, te tardaste mucho, ¿dónde andabas?" y él le enseña "no mira, no tengo mensajes" aunque quizá ya lo borró convenientemente y por eso enseña el celular con tanta convicción.
Qué estará esperando ella?
seguramente espera a que el tiempo la consuma, pero a mi me gustaría pensar que esta ahí oculta en ese hueco de la pared y está esperando a que pase el sujeto indicado, desprevenido, un poco ausente, para que entonces ella extienda sus brazos y le grite ¡Buuuuh! (y él se asuste)
Comentarios
Yo sinceramente me sentiría enormemente halagado si esa estatua me asustara :)
Yo sinceramente me sentiría enormemente halagado si esa estatua me asustara :)
jaja comeme la polla, venga a ver si lo publicas