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Mostrando entradas de 2015

Validaciones espurias y tangentes con Benjamin.

[Hasta nuevo aviso, esto es sumamente irrelevante] El anterior título es una forma de deslindarme de cualquier responsabilidad. Claro que también es un título pretencioso, del tipo "Aristas circunstanciales de la estructura según Deleuze" o bien "Un panóptico del poder o del espectro de Foucault" que revelan una lectura de alguna de estas egregias figuras lo que pareciera ser suficiente como para ostentar un título ostentoso, pero que da la flexibilidad suficiente como para no ser categórico y dar espacio al error. Aunque me encantaría hacer una entrada de la retórica de los títulos, debo dejar dicha empresa para otra ocasión. Y es que ni modo, quiero dejar por escrito cómo me voy a legitimar vía Walter Benjamin. Antes de entrar propiamente en materia, quiero comentar por qué parece que Walter Benjamin es alguien que me puedo dar el lujo de usar para validarme. Hace pocas semanas uno de mis amigos se mudaba para vivir con su novia y "desempacaba su bibliotec

Siempre llegando tarde... el asunto de la clase media y por qué no, del "centro"

Adam Vázquez, periférico por todos lados, hoy hace énfasis en su distancia al centro particularmente por su relación temporal con los "eventos" (leí tantito Badiou en mi vida, que se haga notar). Siempre llego tarde a los debates y eso quizá se deba a mi ignorancia. Pero pues llego, qué no seguimos discutiendo cosas re viejas? El debate de la famosa "clase media" en México puede ser revisado ampliamente si uno Googlea: "Bartra, Esquivel, clase media, proletariado". Podemos casi resumir absurdamente que una posición reza "si usted no se siente pobre, pero tampoco rico, pos es clasemediero" y la otra que dice "poder comprar cosas sólo implica que el proletariado puede endeudarse más, eso no es clase media". No quiero realmente confrontar a ninguno de los dos autores: también a eso llegué tarde. Baste leer: La reciente polémica entre el economista Gerardo Esquivel y el sociólogo Roger Bartra parece confirmar una cosa: aun si ellos no s

Revisiones

En un arranque de terrible nostalgia, me puse a leer archivos viejos de lo que con mucho desprecio llamo "textos creativos". El dicho desprecio se explica dado a que de cada 10 escritores o poetas que he conocido, nueve me dan ganas de vomitar de risa y desesperación. Si a esto le añadimos que el texto que les presento hoy se enmarca dentro de lo que yo llamo crítica de broma, lo que más me repugna no es que haya encontrado el tiempo para escribir semejante estupidez, sino que en verdad que creo que esto podría publicarse como algo serio, como algo que sí pretende ser crítica de la de verdad. Si me pongo a pensar en esas personas que creen que hacen crítica de verdad (éste seguramente es uno de mis momentos de mayor condescendencia y lo celebro con una copa en la mano para completar la imagen) pues me da todavía más asco. Entonces este texto debería hacer que "quemase" mi garganta con jugos gástricos, pero la verdad es que me da mucha risa. Sin más, algo que encontr

Alessandro del Piero

Hace años que no escribo en mi blog. Hace todavía más tiempo que no escribo de fútbol. Ambos pensamientos han dado vueltas en mi cabeza y la idea de poder sentarme a escribir de algo que no estuviera relacionado con mis clases parecía una cruel promesa. También creo que tiene que ver que no había pasado algo en el mundo del fútbol que me motivara a escribir. Los goles de Ronaldinho ante el América en los 10 minutos que lo metieron al campo, el gol del Chicharito para dar el pase a semifinales al Madrid, el debut de Kaká en la MLS, o el gol de Raúl con el Cosmos parecían buenos temas. Pero creo que prefiero hablar de algo que no va a pasar y la semifinal Real Madrid-Juventus me permite hacerlo. ¿Acaso no hay en todo fanático de la Juventus el recuerdo de Alessandro del Piero anotándole dos goles a Casillas en un partido de Champions? Alessandro del Piero es un jugador fantástico cuyo destino no conocemos aún y cuyo último gol, muy lejos de la Serie A, fue marcado con el Delhi D

Dámaso Alonso y Derrida

No quiero hacer una exposición muy grande ni nada. Simplemente unas palabras al momento de leer a Dámaso Alonso se me ocurrieron. Hay veces que siento que la crítica hispánica está tan lejos de la teoría, que muy a menudo me sorprendo cuando descubro que esto no es del todo cierto. Parece más bien que la crítica hispánica no está consciente de esa masa amorfa de conocimiento que llamamos teoría . ¿No es encantador que Dámaso Alonso diga cuando discute sin saberlo el caso de la vacuidad (no vaciedad, chavos, ¡por favor!) del nombre propio, escriba lo siguiente?: La madre dice: ¡Javier!  llamando a su hijo: a) cariñosamente; b) airadamente; c) aterrada porque el el niño cruza la calle en el momento en que un camión se le echa encima, etc., etc. ¡Qué escaso lo conceptual en Javier ! Es sólo una llamada... Derrida habla sobre esa misma vacuidad, así como Benveniste habla de la vacuidad del pronombre yo  y su necesaria actualización y cambio de significado en la enunciación. Dámaso