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Terror

Hoy una sensación parecida al terror se apoderó de mí. La escena no tiene nade particular, una serie de personas muy comunes platicaban de las cosas mas simples del mundo.

- ¿Ya le llegó el recibo de la luz?

-No eh, quién sabe de cuánto vaya a venir.

- Seguro va a estar cabrón, ¿no?

- Pues sí, ya ve que con lo que pasó...

- Si ps, no estuvo chido.

- ¿Cómo de que no? Apoco usté es de los que no cree que "el preciso" lo hizo por el bien de la comunidad.

Y ahí me fui, es decir, físicamente yo seguía ahí pero en realidad mi mente ya estaba más allá de la realidad. La fe generalmente me parece una cualidad de la que desafortunadamente yo no gozo, admiro a la gente que PUEDE creer (o creerse eso de) que hay algo más allá de la existencia, yo la verdad no puedo. La fe verdadera es un apoyo muy fuerte, preciso, metafísico y providencial. Todo esto no lo comparto, y antes lo critiqué, pero no más, ahora me da envidia.

Pero no me refiero a esa fe que generalmente me parace una cualidad.

¿Cómo es posible que haya alguien que tiene fe en que el sr. presidente  hace algo por el bien de la comunidad? Y por favor no empecemos en presiciones léxicas de que sí ve por una comunidad, pero no una a la que pertenecemos los mortales comunes como esos señores que hablaban y como yo. Es claro que el señor se refería al bien de la mayoría y es ahí cuando yo no entiendo. Yo pensé que en este país ya nos habíamos dividio en al menos tres grupos: el dominante que se beneficia del poder, el dominado que se queja amargamente del poder y un grupo flotante entre ambos (en cuanto a su situación social) al que le vale madres porque encuentran en eso de la política pura mmmmentira. Uno puede aceptar resignadamente que don sr. pelonsito y yo, no compartimos la misma manera (casi por ontológía) de decodificar la realidad determinada por nuestra condición de clase por lo que lo que él hace me parece deplorable y lo que yo represento le resulta risible. Sumido en esta realidad que no me comprende yo intento sobrevivir sin suicidarme o matar a la primer figura de autoridad que se me pare enfrente. Puedo vivir con eso, puedo aceptar que hay más como yo que a su vez aceptan resignadamente su realidad y a  veces tratan de hacer algún mínimo esfuerzo por rebelarse y no porque el esfuerzo sea mínimo, sino porque el resultado sí lo es. Puedo también, con mucho pesar, aceptar que hay gente cínica que han llevado hasta sus últimas consecuencias un individualismo infantil y muy poco comprendido que se resume en acumular riqueza y poder cueste lo que cueste. Puedo vivir con el hecho de que hay gente a la que le vale madre, aunque tampoco me gusta. Pero lo que me parte el corazón es ver gente que confía en su señor presidente, me parece verdaderamente el fondo de la más terrible ignorancia, me parece terrible que haya alguien que crea que don pelonsito representa SUS intereses de mortal común y que por eso hace lo que hace. Me parece simplemente, mal!

Comentarios

David Galicia ha dicho que…
Recuerdo que cuando todavía había reyes la gente del pueblo, y entiéndase esto en el sentido más literal posible, creía en él como en una figura semidivina que estaba ahí designada por Dios para velar por ellos y protegerlos, y que si el rey no los cuidaba como el padre protector que era, simplemente es porque sus ministros cercanos no le habían informado correctamente, cosa que fácilmente se podría solucionar con que étse se informase un poco y entonces actuaría para arreglar la situación, y todo lo que hiciera, bien hecho estaba. No me sorprende esta situación, después de todo, como dice Aurelio González, todavía tenemos el sentido monárquico muy metido en nuestras venas, tampoco me parece mal, como a ti, simplemente me provoca pena y compasión por la gran multitud que en realidad cree en la buena voluntad del presidente.

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