Es muy común no? Es Navidad, la gente compra un pavo, a estos últimos les ocurren varias cosas, están ahumados, los rellenan de cualquier cantidad de cosas, les embadurnan otras cuantas, los inyectan, le ponen adornitos, los cortan, los pegan, los recalientan, los hacen torta, hacen un caldo, lo despedazan, etc. Lo malo es que el pavo tiene las cualidades de una fuente, de esa fuente que fue descrita hace varios meses. Digamos que yo tenía hambre, eran como las doce y media de la noche, fui al refrigerador y me encontré con varios recipientes herméticamente tapados (según esto) que tenían pavo. Abrí uno, estaba muy despedazado. Tomé un trozo, era rosa, muy rosa y suave. Lo comí, tenía un pedacito de hueso de manera que cuide quitarle todo lo comestible al dichoso huesito. Lo saqué de mi boca, había triunfado, después de todo, cómo no iba a triunfar, el pavo estaba muerto hecho pedacitos y yo seguía con vida y definitivamente soy mucho más astuto que un tupper de pavo. Pero me pegó, me...
Me he dado cuenta de que soy un tipo muy apacible, o eso creo. Por eso creo un personaje iracundo que escribe desde la bilis. Cosas quesque serias para no ser tomadas en serio.